Este domingo murió Nidia Aguilera, mamá de Florencia Penacchi, la estudiante neuquina que desapareció en Buenos Aires sin que se volviera a saber nada de ella. Fue el 16 de marzo de 2.005 en Palermo. Su mamá la buscó infructuosamente durante 18 años contra viento, marea y su propia salud.
Hace 3 años, Nidia hizo pública una declaración.
Carta a una hija desaparecida: Florencia Penacchi
Querida hija: hemos llegado a los 15 años de tu desaparición, un pestañar en el universo, demasiado tiempo para las personas que usan cronómetros.
Todos hemos envejecido, yo más que nadie porque tus sueños truncos son los míos. Desde hace 15 años, esta pregunta: ¿qué paso aquel 16 de marzo a las 3 de la tarde?
No te fuiste, te fueron… nadie abandona su vida de todos los días sin dejar rastros para que la encuentren, nadie se embarca en una aventura que deja un tendal de dolor a sus seres queridos.
Buscamos, recurrimos a la Justicia en la que creíamos. Fue en vano, los que te fueron, esas figuras oscuras no salen a la luz porque justamente son oscuras.
Hablamos de la trata. Con el tiempo se fue confirmando esa sospecha, hemos visto la corrupción enquistada en los poderes que debían velar por nosotros, un Estado ausente, la Justicia ciega y la maldita policía cómplice.
Así las redes se hacen poderosas y cuentan con mejores recursos, que nosotros ciudadanos de a pie no tenemos.
Entonces surge la palabra impunidad, que construye un muro de negación, de silencioso encubrimiento, porque la estructura que la sostiene tiene implicaciones profundas, en un Estado carente de la función de garante real y simbólico.
Estamos en el siglo XXI, las mujeres no deberían ser ciudadanas de segunda y, sin embargo, cada 29 horas hay un femicidio en la Argentina, y algunas son desaparecidas como vos, que nunca tuviste la oportunidad de visibilizarte, y tantas otras que te acompañan como María Cash, Fernanda Aguirre. ¿Se acuerdan de la niña entrerriana?
Es una necesidad imperiosa de una respuesta impostergable de llevar tu caso y tantos otros a un debate social, comunitario, donde la Justicia y el Estado no deben estar ausentes, que puedan contenerte y ser la luz al final del camino, que hasta ahora transitamos a oscuras.
Hemos madurado. Hay muchas organizaciones sociales que no permiten el silencio de las víctimas: gracias Juan Carr y la Red Solidaria desde la primera hora, Agrupación Irene, Madres de Constitución y en especial a nuestro abogado Gabriel Becker, que mantiene la causa abierta.
Hace dos años que no pude expresarme porque tuve un ACV isquémico con fracaso en el lenguaje, casualmente el 16/3/2018, pero hoy estoy en pie como siempre para reivindicar tu figura y la de todas las otras desaparecidas. Si estuvieras presente, creo por tu generosidad y compromiso agitarías un pañuelo verde, por eso yo lo uso, porque estás presente, siempre.
Nidia Aguilera
DNI 4.610.233