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Las elecciones vecinales dejaron profundas heridas entre vecinos de los distintos barrios de la ciudad. La intromisión directa, lisa y llana, de la política en la barrial, no hizo más que abrir heridas entre gente que vive cerca o enfrente una de otra.

El riosequismo logró el objetivo de mostrar un triunfo comandado por Jésica Rioseco de modo que su candidatura a la intendencia sea “natural y obvia”.

Sin embargo, cavó zanjas entre vecinos y aliados. Como se trata de vecinos de a pie de la ciudad, no vamos a dar nombres. Pero en un barrio del Oeste de la ciudad, por ejemplo, el riosequismo primero apoyó a un candidato que ganó las elecciones y, en los comicios siguientes, le armó una lista en contra, encabezada por otro. Este último ganó la elección. Pero ahora le armó otra lista de oposición y desbancó a quien había apoyado en la anterior que era presidente vecinal. O sea, dos listas casi completas de heridos.

Una búsqueda en comicios de otros barrios arroja resultados similares. En el sur de la ciudad, por ejemplo, hay reclamos –en voz baja por ahora- de quienes integraron como aliados la lista verde –cercana al propio oficialismo- porque aseguran que el oficialismo apoyó “por abajo” a la lista de oposición. En ese barrio, esa lista verde tiene contacto directo y fluido con Jesús San Martín.

En otros, algunos barrios donde el riosequismo ganó apenas por un puñado de votos de diferencia, hubo festejos destemplados a los gritos y con insultos, olvidando quizás, que, al fin y al cabo, son vecinos que van a volver a votar y con los cuales hay que coexistir.

El oficialismo celebró el triunfo en el Pampa. Fueron 297 votos contra 260 de la lista de la oposición, es decir apenas 37 sufragios de diferencia… con todo el aparato partidario…
No obstante, el oficialismo se quedó con el 90% de las comisiones vecinales. Un dato interesante es que, con la debacle económica nacional, lo que ya se visualiza es un aumento de la demanda social barrial por mayor pobreza. Obviamente, ese empobrecimiento generalizado irá a golpear la puerta de la sede vecinal primero y, luego, la del municipio.

Como ya se dijo, no fue la única herida abierta en el riosequismo. Jesús San Martín perdió la pulseada en toda la línea ante Jésica Rioseco, pero sus supuestos contactos permanente con la gente de Rolando Figueroa hablan de un acercamiento político de cara al 2.027.

Figueroa hasta ahora buscó convertir en aliado a Ramón Rioseco, pero si esa intención fracasa, entonces el “plan B” podría ser la confrontación electoral y allí el antiriosequismo, tendrá otro valor. No obstante, con la incertidumbre política nacional, las elecciones legislativas del 2025, quedan lejísimo.